Un fallo de EEUU consideró que los embriones congelados son niños y abrió el debate sobre la fertilidad

El fallo de la Corte Suprema de Alabama que determina que los embriones congelados en tubos de ensayo deben ser considerados niños ha conmocionado al mundo de la medicina reproductiva. La decisión también ha generado dudas sobre el cuidado de la fertilidad para futuros padres en el estado y planteando complejas cuestiones legales con implicaciones que se extienden mucho más allá de Alabama.

Karine Jean-Pierre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que el fallo provocaría “exactamente el tipo de caos que esperábamos cuando la Corte Suprema anuló Roe contra Wade y allanó el camino para que los políticos dicten algunas de las decisiones más personales que pueden tomar las familias”.

En conversación con periodistas a bordo del Air Force One mientras el presidente Joe Biden viajaba a California, Jean-Pierre reiteró el llamado del gobierno de Biden al Congreso para codificar las protecciones de Roe contra Wade en la ley federal.

“Como recordatorio, este es el mismo estado cuyo fiscal general amenazó con procesar a las personas que ayuden a las mujeres a viajar fuera del estado para buscar la atención que requieren”, dijo, refiriéndose a Alabama, que comenzó a aplicar una prohibición total del aborto en junio de 2022.

Los jueces emitieron el fallo el viernes en casos de apelación presentados por parejas cuyos embriones fueron destruidos en 2020, cuando un paciente del hospital retiró embriones congelados de tanques de nitrógeno líquido en Mobile y los dejó caer al suelo.

La opinión mayoritaria de los jueces, haciendo referencia a pasajes antiaborto en la Constitución del estado, mencionó que un estatuto de 1872 que permite a los padres demandar por el homicidio imprudencial de un hijo menor se aplica a los hijos no nacidos, sin excepción para los “hijos extrauterinos”.

“Incluso antes del nacimiento, todos los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser destruidas sin eclipsar su gloria”, escribió el presidente de la corte estatal, Tom Parker, en una opinión concurrente, que citaba la Biblia.

Especialistas en infertilidad y expertos legales afirmaron que la decisión tenía efectos que podían ser profundos y que deberían interesar a todo estadounidense que pueda necesitar servicios reproductivos como la fertilización in vitro.

Una de cada seis familias tiene dificultades con la infertilidad, según Barbara Collura, presidenta y directora ejecutiva de Resolve, que representa los intereses de los pacientes con infertilidad.

“Has cambiado la situación de un grupo microscópico de células para que ahora sea una persona o un niño”, dijo Collura. “No dijeron que la fertilización in vitro es ilegal, y no dijeron que no puedes congelar embriones. Es peor: no hay una ruta a seguir”.

Durante la fertilización in vitro se ha convertido en un protocolo médico estándar extraer de la mujer tantos óvulos como sea posible y luego fertilizarlos para crear embriones antes de congelarlos. Por lo general solo se transfiere al útero un embrión a la vez para maximizar las posibilidades de una implantación exitosa y un embarazo a término.

“Pero ¿y si no podemos congelarlos?”, preguntó Collura. “¿Vamos a responsabilizar penalmente a la gente porque no puedes congelar a una ‘persona’? Esto plantea muchas preguntas”.

Científicos de la medicina reproductiva también criticaron la decisión, diciendo que era una “decisión sin fundamento médico ni científico”.

“La corte sostuvo que un óvulo fertilizado congelado en un congelador de una clínica de fertilidad debe tratarse como el equivalente legal de un niño existente o de un feto en gestación en un útero”, dijo Paula Amato, la presidenta de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva. “La ciencia y el sentido común nos dicen que no lo son”, dijo.

Incluso en el mundo natural, añadió, a menudo se fertilizan varios óvulos antes de que uno se implante con éxito en el útero y resulte en un embarazo.

Amato predijo que, tras el fallo, los médicos jóvenes dejarían de ir a Alabama para capacitarse o practicar medicina, y que los médicos cerrarían las clínicas de fertilidad en el estado si operarlas significaba correr el riesgo de ser acusados de cargos civiles o penales. “No habrá disponible atención moderna a la fertilidad para la gente de Alabama”, predijo. Amato. Parejas en medio de tratamientos de infertilidad agotadores y costosos en Alabama afirmaron sentirse abrumados con dudas e inquietudes, y algunas expresaron temor que sus proveedores se vieran obligados a cerrar sus clínicas.

Megan Legerski, de 37 años, de Tuscaloosa, Alabama, quien actualmente está recibiendo tratamiento para la infertilidad, dijo que hace poco quedó embarazada después de que le implantaron un embrión creado a través de fertilización in vitro, pero que sufrió un aborto espontáneo después de ocho semanas. Ella y su pareja tienen tres embriones congelados más que pueden implantar, dijo.

“Para mí, los embriones son nuestra mejor oportunidad de tener hijos, y estamos extremadamente esperanzados”, dijo Legerski y agregó: “Pero tener tres embriones en el congelador no es lo mismo para mí que tener uno que se implante y se convierta en un embarazo, y no es lo mismo que tener un niño. Tenemos tres embriones. No tenemos tres niños”.

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