La historia tras el pacto entre monjas que marcó la muerte de una mujer en Ñuñoa, Víctima e imputada habrían tenido el compromiso de no denunciar la muerte de la otra

Finalmente la historia no apunta a un homicidio, ya que hasta ahora se investiga como «muerte por causa natural». Pero todo se remonta a años atrás. La religiosa que está siendo investigada relató a la PDI que ella y la fallecida se conocieron en una parroquia donde ambas prestaban servicios. De acuerdo a lo informado, la imputada es viuda y tiene tres hijos, mientras que se indaga los vínculos y familiares de la víctima fatal, ya que no habría denuncia por presunta desgracia. Esta amistad llegó a un punto que ambas habría realizado un «pacto». «Ellas mantuvieron una amistad y ella manifiesta que le tenía mucho cariño y que habían hecho un compromiso entre las dos que ninguna de las dos iba a denunciar si fallecían. Ella informa y se refiere a este pacto en el sentido de que ellas no se iban a denunciar y no iban a realizar inscripción, y que se iban a cuidar una a otra hasta el último de sus días», señaló el subprefecto de la PDI, Juan Fonseca. Así, en abril del año pasado, la mujer de 59 años habría fallecido en otro domicilio, también de la comuna de Ñuñoa. Las primeras informaciones hablan de un posible cáncer que nunca se habría tratado. «Tenían una aspiración de ser como monjas de claustro, de no tener mayor contacto con el exterior. Por lo tanto, hacen esta especie de pacto en caso de fallecimiento de una u otra, no dar cuenta a la autoridad», agrega el policía. Ante esto, la religiosa de 80 años decidió «cumplir» el pacto y trasladó en una maleta el cuerpo de su amiga hasta su casa en Las Talaveras. Ahí la tuvo casi un año.

Pero hace unas semanas regresó a vivir a la casa una de las hijas de la mujer mayor. «La probabilidad de que descubriera esta maleta con el cuerpo de su amiga, es que decide dejarla en la calle. Esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento en esta investigación en curso», agregó Lanas. Según las autoridades, y de acuerdo al relato de la mujer, habría entrado «en consciencia» y decidió dejar el cuerpo en una maleta, para que así su amiga «tenga un entierro digno». La imputada por inhumación ilegal quedó en libertad, pero apercibida. «La inhumación ilegal tiene una pena que va de 61 días a 540 días. O sea, una pena baja. Estableciéndose una persona de 80 años, con una pena baja, una persona que no tiene antecedentes, y todas estas circunstancias que les he contado, nos da cuenta que es una persona que no se va a dar la fuga y no se va a sustraer a los actos del procedimiento», cerró Lanas.

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