Las fuerzas rusas lanzaron una nueva oleada de ataques con aviones no tripulados contra ciudades ucranianas durante la noche, golpeando infraestructuras en Odesa y Kharkiv y causando múltiples heridos, informaron el lunes funcionarios ucranianos.
El asalto, que incluyó 62 drones según la Fuerza Aérea de Ucrania, dañó una clínica médica en la ciudad portuaria meridional de Odesa y provocó un incendio masivo en una instalación industrial en la ciudad nororiental de Kharkiv, continuando el patrón de bombardeo aéreo de Rusia contra la infraestructura civil.
Siete personas resultaron heridas en Odesa después de que fragmentos de drones alcanzaran zonas residenciales y dañaran el centro médico, según confirmó el Servicio de Emergencia de Ucrania. El ataque dañó el tejado, las ventanas y un quirófano del centro, aunque los pacientes salieron ilesos.
El gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, detalló en un mensaje publicado en Telegramque los heridos sufrieron heridas de metralla y quemaduras.
Imágenes de vídeo difundidas por el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania mostraban a los bomberos luchando contra un intenso incendio en lo alto de un edificio de Odesa tras el ataque del domingo por la noche.
Los ataques con drones también dañaron una carretera principal, un taller de reparación de automóviles y varios vehículos en la ciudad portuaria del Mar Negro, según funcionarios regionales.
En Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, el alcalde Igor Terekhov informó de que los drones rusos atacaron una empresa, provocando un incendio de grandes proporciones. La ciudad nororiental, que ha sido blanco frecuente de los ataques rusos desde que comenzó la invasión a gran escala, sigue sufriendo bombardeos regulares a pesar de estar situada lejos de las líneas del frente.
La ciudad de Zaporizhzhia, en el sureste del país, también fue blanco de los ataques de drones rusos que alcanzaron una gasolinera, según el gobernador regional, Ivan Fedorov. Se registraron daños adicionales en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, y en la región central de Dnipropetrovsk.
La Fuerza Aérea de Ucrania declaró que de los 62 drones desplegados por Rusia durante la noche, 40 drones de ataque fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas, mientras que 11 drones señuelo -utilizados para confundir a los sistemas antiaéreos- cayeron sin causar daños.
Estos últimos ataques se producen un día después de un devastador ataque ruso con misiles contra la ciudad nororiental de Sumy el Domingo de Ramos, en el que murieron 34 personas, uno de los ataques individuales más mortíferos de los últimos meses.