Un nuevo análisis del ensayo clínico SELECT revela que la semaglutida, inicialmente aprobada para tratar el sobrepeso, reduce en pocas semanas los eventos cardiovasculares graves, incluso antes de que los pacientes hayan perdido peso de forma significativa.
Los resultados del trabajo fueron presentados en el 32° Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO), que se realizó en Málaga el mes pasado.
La administración semanal de 2,4 miligramos de semaglutida en adultos con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular (ECV) previa se asoció con una reducción del 37% en el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE) dentro de los primeros tres meses de tratamiento. Ese descenso incluye infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares o muertes de origen cardiovascular.
En los primeros seis meses, el riesgo de fallecimiento por causas cardiovasculares descendió un 50% en comparación con el grupo placebo. En ese mismo lapso, el riesgo combinado de hospitalización urgente por insuficiencia cardíaca o muerte cardiovascular se redujo un 59%.
Los resultados corresponden a un subanálisis del ensayo clínico SELECT. Los datos muestran que los beneficios aparecen en forma temprana, incluso antes de alcanzar la dosis completa y sin necesidad de una pérdida de peso clínicamente significativa. El 5% del peso corporal suele considerarse el umbral para que una intervención sea eficaz en términos metabólicos. En este caso, la reducción del riesgo cardiovascular se observó antes de alcanzar ese objetivo.
Los efectos positivos del fármaco no dependieron de una titulación completa, es decir de la dosis máxima tolerada y eficaz del medicamento indicado de manera gradual, ni de un descenso de peso ponderal sustancial. Según explicó el doctor Jorge Plutzky, director de Cardiología Preventiva en el Brigham and Women’s Hospital de Boston y autor principal del estudio, “los beneficios significativos ya eran evidentes en los primeros seis meses, e incluso antes”.
“Estos resultados resaltan la acción temprana de semaglutida en la reducción de eventos cardiovasculares mayores, con beneficios significativos ya evidentes en los primeros 6 meses, y para algunos, incluso antes de cualquier pérdida de peso importante y antes de que la mayoría de los pacientes hubieran sido titulados a su dosis objetivo completa de 2,4 mg”, completó.
Durante los tres primeros meses del ensayo, se registraron 36 eventos cardiovasculares mayores en el grupo tratado con semaglutida y 58 en el grupo que recibió placebo. A los seis meses, las cifras fueron 67 frente a 113. La mayoría de las personas todavía no había alcanzado la dosis objetivo de 2,4 miligramos, lo que refuerza la hipótesis de un efecto temprano independiente de la pérdida de peso.
La semaglutida es un agonista del receptor GLP-1, una clase de medicamentos que imita las funciones de las incretinas naturales. Estas hormonas gastrointestinales intervienen en la regulación de la glucemia posprandial y en la señalización de saciedad al sistema nervioso central. Esa doble acción permite reducir los niveles de azúcar en sangre y limitar la ingesta calórica diaria.
En la Unión Europea, la semaglutida está aprobada para el tratamiento de la obesidad a partir de un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30 kg/m², o bien desde 27 kg/m² en presencia de al menos una comorbilidad asociada al peso. También está autorizada para personas adolescentes desde los 12 años con obesidad y un peso corporal superior a 60 kilos.