Esta apuesta se enmarca en una estrategia de producción local con materiales reciclados y criterios de inclusión social, en respuesta a los desafíos de sostenibilidad y gestión de residuos que enfrenta el país.
En Chile se consumen aproximadamente 990.000 toneladas de resinas plásticas al año, pero solo se reciclan 83.679 toneladas, lo que representa un 8,5% del total, según datos de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico (ASIPLA). A pesar de que nuestro país cuenta con una capacidad instalada para reciclar hasta 155.000 toneladas anuales, en 2022 solo se procesaron 106.870 toneladas, evidenciando una subutilización significativa de las capacidades existentes.
Este panorama refleja una brecha considerable entre la capacidad de reciclaje disponible y su uso efectivo, lo que plantea desafíos importantes para la gestión de residuos plásticos en el país y que hoy buscan ser solventados a través de distintas políticas públicas, como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que incentiva el aumento de las tasas de reciclaje y la valorización de residuos, promoviendo una economía circular más eficiente y sostenible.
Este contexto ha impulsado a distintas industrias a adoptar modelos de economía circular como una estrategia clave para reducir su impacto ambiental. La planta de Schneider Electric en Santiago es un ejemplo de ello: allí se aplica el modelo ECOFIT, que promueve la reutilización de materiales provenientes de productos eléctricos en desuso, reduciendo residuos industriales y favoreciendo procesos de producción más sostenibles.
Soluciones eléctricas adaptables y sostenibles
En línea con este compromiso ambiental y social, la compañía lanzó recientemente la línea Génesis Black, una nueva gama de placas eléctricas desarrollada y fabricada íntegramente en Chile, utilizando materiales reciclados. Este producto responde a la necesidad de contar con soluciones que integren diseño, funcionalidad y sostenibilidad, adaptadas a los estándares y normativas del mercado nacional.
Además de su enfoque sustentable, Génesis Black destaca por su diseño moderno, su resistencia a los rayos UV, conexiones seguras, facilidad de instalación y precio competitivo frente a modelos importados. Su flexibilidad permite adaptarse a diversas aplicaciones, tanto en proyectos residenciales como en el sector de la construcción, donde los detalles de iluminación y diseño interior son fundamentales.
“El lanzamiento de esta línea representa no solo una innovación tecnológica, sino también una apuesta por fortalecer las capacidades productivas locales, con un enfoque que incorpora criterios ambientales y sociales clave para la competitividad futura”, comentó Jason Iong, Transactional Sales Director de Schneider Electric Chile.
Un componente central de esta estrategia es la alianza que mantiene la compañía con Gendarmería de Chile y el programa +R. A través de esta colaboración, personas privadas de libertad han sido integradas a procesos de formación técnica y trabajo remunerado dentro de la planta de Santiago. Desde 2022 los internos han participado en tareas de ensamblaje y embalaje de productos eléctricos, adquiriendo competencias certificadas que favorecen su reinserción laboral tras cumplir su condena.
El desarrollo de productos como Génesis Black representa un paso hacia una industria más responsable, donde la innovación tecnológica se vincula con el uso eficiente de recursos, la producción local y la inclusión social. “Su fabricación en Chile permite, además, responder con mayor agilidad a los requerimientos del mercado nacional y avanzar en la consolidación de una cadena productiva con menor impacto ambiental”, puntualiza Jason.