El acuerdo alcanzado en Londres entre negociadores comerciales de Estados Unidos y China contempla que el régimen chino suministrará “todos los imanes completos y las tierras raras necesarias, por adelantado, a Estados Unidos”, según declaraciones del presidente Donald Trump.
Sin embargo, la noticia principal es que los aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas no experimentarán cambios respecto a los niveles actuales, de acuerdo con lo expresado por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, tras la última ronda de conversaciones bilaterales.
De acuerdo con CNBC, Howard Lutnick confirmó en el programa “Money Movers” que los aranceles estadounidenses sobre productos chinos permanecerán en los niveles vigentes, a pesar de que el acuerdo comercial entre Washington y Beijing aún no se ha formalizado completamente.
Cuando se le preguntó si los aranceles actuales no volverán a modificarse, Lutnick respondió: “Definitivamente puedes decir eso”. Esta postura se mantiene incluso después de que el presidente Trump publicara en Truth Social que los aranceles estadounidenses sobre China alcanzarían el 55%.
Sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca aclaró a CNBC que esa cifra no representa una novedad, sino que corresponde a la suma de los aranceles generales del 30% y los aranceles específicos del 25% que ya estaban en vigor.
El anuncio de Trump se produjo pocas horas después de que concluyeran en Londres las negociaciones de alto nivel entre representantes de las dos principales economías del mundo.
El mandatario estadounidense afirmó que el acuerdo está “hecho”, aunque matizó que aún requiere la “aprobación final” tanto de él como del presidente chino, Xi Jinping. Según publicó CNBC, Trump también señaló que los aranceles chinos sobre productos estadounidenses se mantendrán en el 10%, nivel que se estableció tras el acuerdo alcanzado el mes pasado para reducir temporalmente las medidas arancelarias recíprocas.
Ese alivio de 90 días en la aplicación de aranceles surgió tras las conversaciones iniciales celebradas en Ginebra, donde ambas partes lograron una desescalada provisional en la guerra comercial, aunque varios puntos clave permanecieron sin resolverse.
Como parte de los compromisos derivados de las negociaciones en Londres, Trump aseguró que “el presidente XI y yo vamos a trabajar juntos para abrir China al comercio estadounidense”