El jefe del Estado Mayor del Ejército de Irán, Mohamad Bagheri, anunció la puesta en marcha de maniobras militares a gran escala para “mejorar las capacidades de defensa y contención” del país ante el aumento de la tensión con Israel y Estados Unidos.
Estas actividades militares, que tendrán lugar en varios puntos del país, han sido dispuestas al margen del calendario militar anual establecido para “responder a las amenazas en la región”, así como a los “movimientos de los adversarios”, según informaciones de la agencia iraní de noticias Mehr.
El anuncio llega poco después de que las autoridades iraníes expresaron su “completa preparación” ante cualquier “acto de agresión” por parte de terceros. El comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hosein Salami, aseguró que el país está preparado para una “guerra a cualquier nivel” en caso de ser objeto de una agresión.
“No cederemos ante la coerción y la intimidación de Estados Unidos”, dijo el presidente iraní Masoud Pezeshkian en un discurso televisado en la ciudad occidental de Ilam el jueves. El mandatario recordó que el país resistió ocho años de invasión en la década de 1980 por parte de Irak, que fue respaldado por muchas potencias extranjeras.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este jueves que existen posibilidades de un ataque israelí contra instalaciones nucleares de Irán, pero afirmó que no cree que vaya a ser “inminente”.
“No quiero decir que sea inminente pero parece algo que bien podría suceder”, dijo el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump agregó que las autoridades israelíes, estrechos aliados de su Administración, “no le adelantaron nada” sobre un posible ataque.
Sin embargo, el Gobierno de Trump ha tomado medidas para repatriar al personal estadounidense no esencial de la embajada de Bagdad y facilitar la salida voluntaria de familiares y trabajadores no imprescindibles de misiones diplomáticas en la región.
“Existe la posibilidad de un conflicto masivo. Hay muchos estadounidenses en esta zona, y les dije que debían salir, porque algo podría pasar pronto. Y no quiero ser el que no avisó y los misiles de pronto estén impactando sus edificios. ¿Lo hacía o no? Hacerlo tiene sus desventajas, pero también sus ventajas, como que se salvarían muchas vidas si ocurriera, y ojalá no ocurra”, indicó.
Fuentes del Departamento de Estado explicaron a EFE que se redujo la presencia de personal en la embajada de Estados Unidos en Irak tras una evaluación de la situación de seguridad. En cambio, las sedes diplomáticas en Baréin y en Kuwait, también cercanas a Irán, permanecen plenamente operativas.
Estados Unidos “ha autorizado la salida voluntaria de los dependientes militares de ubicaciones” en toda la región, dijo el miércoles en un comunicado el Comando Central del Ejército estadounidense, que se mantiene “monitoreando la creciente tensión en el Medio Oriente”.