Caen miembros de la banda » El Padrastro» dedicada al contrabando de cigarrillos en Maipú

El organigrama elaborado durante la investigación evidenció cómo el grupo se organizaba en torno a vínculos familiares y reutilizaba redes que ya habían sido desarticuladas.

Un operativo realizado por Carabineros de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la 25.ª Comisaría de Maipú, en conjunto con ALTO Chile permitió la captura de integrantes de la banda criminal conocida como El Padrastro, dedicada al contrabando y venta ilegal de cigarrillos en la comuna.

La investigación reveló que la organización fue liderada en sus inicios por Natalia Alejandra Tudela, alias “La China”, quien actualmente cumple condena por delitos aduaneros. Tras su detención, el mando pasó a su padrastro, Marcelo Inzunza Navarrete, y a su madre, Margot Santibáñez Rojas, ambos con antecedentes por infracciones a la ordenanza aduanera y delitos contra la salud pública.

Lo anterior evidencia cómo el grupo se organizaba en torno a vínculos familiares y reutilizaba redes que ya habían sido desarticuladas.

“La detención de los integrantes de esta banda criminal muestra la capacidad de rearticulación de estas organizaciones aún cuando sus líderes estén detenidos. Por esto, se vuelve clave el trabajo estratégico en aristas como la detección del nuevo funcionamiento de la banda, el análisis de comportamiento, la identificación de patrones y la coordinación con las autoridades, para así poder neutralizar al grupo criminal”, explica Álvaro Fuenzalida, Jefe de Delitos de Alta Complejidad de ALTO Chile.

La agrupación operaba desde una vivienda ubicada en calle La Colonia, utilizada como centro de acopio y distribución para vendedores instalados en la Plaza de Maipú.

En el operativo fueron detenidos José Gregorio Huerta Vásquez, ciudadano ecuatoriano sorprendido al interior del inmueble, y Jofre David Ramírez Troncoso, capturado al momento de salir del mismo domicilio. Además, se logró la sustracción de 1.000 cajetillas de cigarrillos de contrabando.

El modus operandi incluía el uso de vehículos, uno de ellos vinculado a “La China” con los cuales trasladaban la mercadería en pequeñas cargas para reducir riesgos de incautación. La comercialización se realizaba con apoyo de vendedores de distintos orígenes, lo que garantizaba la continuidad de las operaciones.

“Estamos frente a un negocio ilegal que no solo genera pérdidas millonarias al Estado por evasión de impuestos, sino que también afecta la salud pública y la seguridad en el espacio urbano. La venta callejera de cigarrillos de contrabando deteriora la convivencia y consolida economías ilegales difíciles de erradicar”, agrega Fuenzalida.

“La captura de estos sujetos demuestra que gracias al trabajo colaborativo con las autoridades es posible obtener resultados que permitan recuperar los espacios públicos y así contribuir a la seguridad de las comunidades”, concluye.

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