Rumbo a su tercer Dakar viajará el próximo domingo 28 de diciembre el piloto chileno Lucas del Río, tras aceptar recientemente la invitación del equipo BBR Motorsport, por lo que será compañero de equipo con Ignacio Casale. Del Río competirá en un Taurus en la categoría T3, la serie más competitiva de los vehículos livianos.
“Un par de semanas después del Rally de Marruecos (octubre) me llamaron del equipo, que es un team que a mí me gusta mucho porque es muy profesional, ha ganado, le ha ido muy bien en los últimos Dakares y últimas fechas de la Copa Mundial. Kevin, su manager, me ofreció esta oportunidad porque supo que no tenía planificado ir al DAKAR y me dijo que le gustó el trabajo que hice en Marruecos y que ellos contaban con un Taurus por lo que yo era bienvenido en el equipo. ¿La verdad? No lo pensé mucho, fui súper impulsivo y acepté”, relató Del Río.
En el Dakar, será la primera vez que el piloto que viste los colores de Q Analytics – Cervecería Colina – Casas Viento Sur – P1 Training se suba a al Taurus. “El auto nunca lo he probado, por lo mismo, llegaré unos días antes para para hacer prueba y a ‘ponernos’ el T3”. El desafío, claramente no intimida a Lucas ya que algo similar vivió en el Rally de Marruecos cuando se subió por primera vez a un Optimus de la categoría T1, días antes de competir y en el rally que es considerado el último test antes del Dakar, el chileno ganó un par de etapas en su categoría.
-Los dos Dakar que has corrido, lo has hecho en Can-Am, ¿Cómo asumes el desafío del cambio de auto?
-Can-Am es una marca que me gusta mucho. Es un auto muy resistente, no es tan rápido como los Taurus, como todos estos prototipos que existen, pero Can-Am siempre fue una máquina que me dio seguridad. En contrapartida, siempre le tuve un poco de miedo a Taurus porque sé que es una máquina que vuela, es muy rápida, que tenga cambios secuenciales es una ventaja gigante. Al Taurus siempre lo estuve mirando. Me habían invitado harto a probarlo en los últimos años pero no quería porque veía que rompía caja de cambios. Hasta que ahora último han hecho muy buen desarrollo, sobre todo mi equipo y por eso acepté ir al Dakar. Fue la única razón. El equipo en el que voy, ellos tienen su propio desarrollo del Taurus y ha sacado increíbles resultados.
-Da la impresión que el no conocer la máquina se contraresta con el conocimiento que tienes con Bruno Jacomy (experimentado navegante argentino que ha asistido a Lucas en las últimas 4 temporadas, logrando podios nacionales y destacadas figuraciones internacionales) y con la preparación que juntos han cumplido…
-Así es. Por ese lado estoy tan confiado en el resultado que espero, porque con Bruno ya hemos hecho muy buen equipo, estamos muy afiatados, tenemos una navegación muy buena y el ritmo lo hemos aumentado muchísimo, hemos tenido mala suerte en las partes mecánicas que nos han fallado los autos. Pero nada, como equipo, con Bruno tengo toda la fe que si las cosas salen bien mecánicamente podemos terminar muy adelante.
-¿Con qué expectativa de resultado viajarás al Dakar?
-Siempre he pensado en un podio y es lo que voy a ir a pelear allá. Obviamente estar dentro de los cinco primeros ya es un lujo tremendo, un resultado increíble que aspiramos a eso, pero siempre me gusta empujar un poco más y ojalá podamos pelear por un podio, lo que sería increíble.
-En tus dos Dakar anteriores fuiste compañero de Chaleco López y ahora lo serás con Ignacio Casale…
-Me alegró mucho saber que estaríamos bajo el mismo techo. Tremenda noticia. A mí me encanta tener gente conocida, con la que uno se pueda apoyar y Casale que mejor que eso, es un buen amigo, será muy rico estar con él, nos podemos apoyar mucho, de hecho ya estamos entrenando juntos, vamos al mismo gimnasio (P1), siempre compartimos ideas, cambiamos opiniones. Será increíble estar ahí, poder apoyarnos entre dos compatriotas que en realidad no somos muchos y que me haya tocado justo en el equipo con él, me parece increíble. En la ruta vamos a ser competencia, o sea, voy a competir contra él, pero eso me gusta, lo encuentro súper rico porque Ignacio es un tremendo piloto, tiene muchísima experiencia y uno puede aprender siempre eso, estar ahí y poder verlo todos los días será un lujo.