Kathy Bates es sinónimo de superación en el mundo del cine y la televisión. A los 75 años, la actriz ganadora del Oscar consolidó un legado basado en la resiliencia, la honestidad y la transformación personal, conceptos que recorren cada etapa de su vida y que compartió en una entrevista exclusiva con CBS Sunday Morning.
La historia de Kathy Bates comenzó en los duros escenarios neoyorquinos. Llegó con el sueño de actuar, pero sin pertenecer al sindicato, encontrar oportunidades parecía imposible. “Era un círculo vicioso: si no estabas en el sindicato, no podías audicionar”, relató.
Durante esos primeros años, combinó trabajos como camarera y contadora de monedas en el Museo de Arte Moderno con participaciones en obras off Broadway, donde construyó su oficio. Reconoció que necesitaba más experiencia: “Sabía que aún no era ‘sopa’”, explicó sobre su maduración artística.
El camino fue largo y frustrante: pese a dedicar años para desarrollar personajes en el teatro, fusiones de Hollywood elegían a otras actrices para los papeles principales en el cine. Un ejemplo fue Buenas noches, madre, que ella protagonizó en teatro, pero finalmente Sissy Spacek interpretó la versión para la pantalla grande. “Me cansé de trabajar para que las estrellas recogieran gardenias del arbusto”, sentenció, reflejando el desencanto que la impulsó a buscar nuevas oportunidades en Los Ángeles.
La suerte cambió con Misery. Gracias a la recomendación de William Goldman tras verla actuar en Frankie y Johnny, Kathy Bates audicionó para Rob Reiner y convenció inmediatamente al director.
Su interpretación de Annie Wilkes le valió un Oscar, y redefinió los estándares de los papeles femeninos intensos en Hollywood. Destacó la importancia de crear humanidad en cada personaje: “Ninguno de nosotros es perfecto, pero todos somos humanos”, dijo a CBS.
La salud fue una de las pruebas más exigentes para Bates, quien sobrevivió al cáncer de ovario y de mama. Frente al diagnóstico, temió por el fin de su carrera, pero eligió seguir adelante. “Pensé que mi carrera había terminado”, confesó.
Optó por la doble mastectomía y valoró la importancia del apoyo médico y familiar. La experiencia la hizo más consciente de su cuerpo y la llevó a mantenerse alerta ante cualquier síntoma, siempre decidida a disfrutar intensamente la vida.
Actualmente, Kathy Bates disfruta de una etapa de plenitud en lo personal y profesional. Rodeada de amigos y con el reconocimiento de sus pares, señala que nunca imaginó alcanzar este nivel de felicidad: “Este es mi momento”. La suya es una historia de superación, autoconocimiento y éxito sin concesiones, que inspira a quienes buscan abrirse camino desde la adversidad.
La entrevista con CBS Sunday Morning reveló más que la carrera de una actriz: muestra a una mujer que, a través de la resiliencia y la honestidad, dejó huella y sirve de referente para quienes se enfrentan a sus propios desafíos, dentro y fuera del espectáculo.