Donald Trump asumió dos decisiones políticas clave respecto a su compromiso de apoyar la estabilidad territorial de Ucrania, tras un probable armisticio final entre Volodimir Zelenski y Vladimir Putin.
En primer lugar, Trump descartó enviar tropas de Estados Unidos a Ucrania para integrar una Fuerza de Paz Multilateral destinada a disuadir una nueva ofensiva militar de Putin, que sueña con expandir los limites territoriales de Rusia.
Y en segundo término, el líder republicano ordenó al general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, que diseñe distintas opciones para que la Fuerza Aérea de Estados Unidos coopere con la OTAN para garantizar la seguridad de Ucrania.
El general de la Fuerza Aérea Caine se encontró ayer con altos mandos militares de Alemania, Finlandia, Francia y el Reino Unido para debatir distintas alternativas de cooperación con la OTAN.
Junto a Caine se alineó el general Alexus Grynkewich, que es el jefe de las fuerzas militares de Estados Unidos en Europa y un oficial clave en la cadena de mandos de la OTAN.
Acorde a las instrucciones directas de Trump, el general Grynkewich también explicará a los representantes militares de todos los miembros de la OTAN, que opciones prepara el Pentágono para sostener la seguridad territorial de Ucrania.
La exposición de Grynkewich será hoy desde Washington vía zoom, y el objetivo de la Casa Blanca es que haya un rápido consenso entre el Pentágono y la OTAN para presentar la propuesta final a Zelenski y sus socios europeos.
Antes de descartar en público la participación de tropas de Estados Unidos en defensa de Ucrania, Trump mantuvo una larga conversación telefónica con Putin para avanzar en una posible cumbre junto a Zelenski.
En ese diálogo telefónico, el jefe del Kremlin volvió a rechazar la incorporación de Ucrania a la OTAN, pero se mostró flexible frente a la posibilidad de un sistema de seguridad acordado entre Zelenski y ciertos países europeos.